La conversación arranca porque alguien tenía el pelo rubio y alguien tenía el pelo oscuro.
Fafa sentencia "todos somos diferentes", y Santi agrega "y todos somos únicos". Mamita, orgullosa del nivel de penetración que hemos logrado con algunos conceptos, pretende doblar la apuesta y volver a reforzar aquello de que las diferencias nos enriquecen, que ser distintos no quiere decir mejores ni peores, que cada uno tiene capacidades diversas y el que flaquea en un aspecto es el que tiene mejor desempeño en otro... preparando la cancha, pregunto "¿y al ser todos diferentes, hay alguien que es mejor que el resto?".
A coro, me responden los tres: "¡papá!"
Plop.
1 comentario:
Me encanta que escriban... me parece conocerlos cada dia mas viendolos contadas veces... Adoro tus relatos desde siempre... y mas aun cuando son reales y puedo imaginarme esa familia numerosa a la cual taaanto admiro!!!
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