Bienvenidos...

Un espacio interior que da a la calle. Algunas historias son internas porque son de esas que pasan dentro de uno y no siempre se cuentan ni se muestran. Otras, porque son de nosotros con otros. Historias de nuestra propia historia o historias contadas desde dentro. Historias internas también es el espacio donde están las cosas de mis hijos, sus anécdotas, algunas de las infinitas escenas que me hacen vivir lo mejor de mi vida: Juli, Fafa y Santi. Por ahora escribo yo. Mañana tal vez escriban ellos.

Que lo disfruten como disfruto de vivirlas y escribirlas. Que sufran junto a mí. Que se alegren. Que compartan o disientan. Como sea, gracias por tomarse el tiempo de leer.

Fer


Las 3 mejores razones

jueves, 18 de noviembre de 2010

Estado civil: empatado

Anoche hablamos con Fafa mientras lo sacaba del baño y se ponía el pijama. Una vez más, los temas amorosos ocuparon nuestra agenda.

En realidad, Fafa me puso al tanto de su relación con Maitena... En una charla puramente de hombres me reveló: "No soy más el novio de Maitena".

- ¿Pero cómo Fafa? ¿Por qué no son más novios?

Con cara compungida me confirmó que "desde el 8 de noviembre no somos más novios".
- ¿Y recién ahora me contás? -le dije con tono de cómplice defraudado.
- Es que no te podía contar antes papi... -respondió con cara de "quedate tranquilo, gil"-. No te conté porque no habíamos definido...
- No entiendo, ¿qué no habían definido? - indagué con cara de gil.
- Lo que pasa es que Maitena no sabía si seguir siendo mi novia o volver a ser la de Mati M.... porque lo extrañaba un poco.
- ¿Entonces? - misma cara de gil.
- Nada, que con Mati volvimos a hacer "piedra, papel o tijera". Jugamos 4 veces para ver con quién se quedaba Maite...- me dijo mientra se subía el pantalón del pijama meneando la colita diminuta para un lado y para otro.
- Ahhhh... -le dije yo con cara de Dady Brieva en Agrandadytos- mirá vos... igual que Santi con Milu -agregué mientras trataba de entender cómo se les ocurre ese sistema tan particular de elección.
- Claro papi... -me dijo sobrándome como quien responde a la afirmación de una perogrullada,
- ¿Y? - yo con cara de gil sorprendido.

Fafa hizo un silencio breve. Le cambió la cara. Puso cara de pesadumbre y los ojitos del gato de Shrek. Me miró fijo y con absoluta solemnidad, tono grave y gesto adusto. Y aclaró de un plumazo todas las dudas sobre la relación amorosa más indefinida de primer grado.

- Que ganamos dos cada uno... empatamos... Así que ahora... ninguno de los dos es el novio de Maite...

¿Y cómo harán con la división de bienes? ¿Se la juegan a la payana?... Lo parió!

martes, 16 de noviembre de 2010

Vamos que al fondo hay lugar

El fin de semana había sido de mucho potreo y de mucho consentimiento materno, ya que el padre de las criaturas estaba en Rosario por trabajo. Habían embuchado cualquier cosa en cualquier orden. No están acostumbrados a tomar gaseosa, pero habían tomado litros. Jamás comen golosinas, pero al heladito de la tarde siguió un chocolatín para cada uno. Tampoco son habitués hamburguesas ni papas fritas, pero estaban para batir el record mundial. Cómo habrá sido, que para la tercera comida del fin de semana Fafa pidió "fireritos" con manteca y Santi, sopa.

Julieta, of course, siguió fiel al imperialismo del Fast Food. No comió una hamburguesa: comió dos.

Para el domingo a la noche, regresado el padre, volvimos al esquema del pollito tranqui, pero el lunes viene la abuela. Y la abuela tiene una cita obligada y quincenal con la chatarra que pinte. Cuando no es Arcos Dorados es BERBERQUIN y, si no, fritanga de Casimiro. Qué se le va a hacer. Los pibes felices y la abuela otro tanto.

El lunes a la tarde la jornada se extendió, y llegaron a las 20.30, inmundos y fundidos. Baño urgente y... ¿da para cena??? Fafa, as usual, desnucó a las nueve. Un comensal menos. Pero mami, que pretendía mantener un cierto orden, sin demasiada convicción, les preguntaba insistentemente si alguno quería comer algo. Juli, con los párpados a media asta, decía que no mientras se debatía entre intentar espiar un dibujito o enfilar para la cama. Los planes cambiaron cuando, pulgar "del sueño" hasta la garganta, aseguró "voy al baño".

Desde el mismísimo inodoro, me llamó. Sentada, más cerca de Morfeo que de Baco, aseguró "yo no iba a comer nada, porque no tenía hambre, pero ahora que hice caca...".
Sí, cenó.

Vocabulario técnico

Mientras poníamos la mesa para almorzar en el club, Santi jugaba con los cubiertos. Los apilaba, los alineaba, murmurando y reconstruyendo, hasta que logró resultados inesperados: "inventé una máquina", espetó, mientras yo soltaba atónita el paquete de 140 servilletas. Pero la solvencia en el hablar iba a durar poco. "Se llama CRUSHIDOR, porque se hace con un tenedor y un CRUSHISHO".