Bienvenidos...

Un espacio interior que da a la calle. Algunas historias son internas porque son de esas que pasan dentro de uno y no siempre se cuentan ni se muestran. Otras, porque son de nosotros con otros. Historias de nuestra propia historia o historias contadas desde dentro. Historias internas también es el espacio donde están las cosas de mis hijos, sus anécdotas, algunas de las infinitas escenas que me hacen vivir lo mejor de mi vida: Juli, Fafa y Santi. Por ahora escribo yo. Mañana tal vez escriban ellos.

Que lo disfruten como disfruto de vivirlas y escribirlas. Que sufran junto a mí. Que se alegren. Que compartan o disientan. Como sea, gracias por tomarse el tiempo de leer.

Fer


Las 3 mejores razones

miércoles, 30 de diciembre de 2009

El viajar es un placer

Después de muchos años de insistir, y cuando ya pagábamos 5 pasajes completos de avión a tarifa internacional, Fer logró convencerme de ir a Trelew en el auto.
Admiro profundamente a la gente que disfruta del viaje. Esos que te dicen "yo me subo al auto y ya estoy de vacaciones". Yo no. Yo necesito llegar. Adonde sea. Llegar, limpiar baños, cocina y dormitorios (en ese orden) y bañarme. Con el primer café después de la ducha comienzan mis vacaciones.
Dadas las circunstancias de que los chicos "estaban más grandes", que un pasaje a Chubut es más caro que un pasaje a Chile, y que no se trataba de un ticket sino de cinco, acepté a regañadientes, con la única condición de que lo hicieramos en dos tramos (con escala en Bahía Blanca) y que respetáramos a rajatabla los horarios de los chicos.
Así que el 22 de diciembre arrancamos tempranito con el plan de almorzar en Azul (impredible Chacras de Azcona), merendar en Coronel Pringles (la plaza más bella que he conocido) y llegar tipo 19.30 al ACA de Bahía, como para bañarse, cenar y acostarse a la hora de siempre.
Igual, previmos que 2 jornadas completas de auto con tres niños de 4, 5 y 6 años no iba a ser fácil: DVD portátil, libritos, juegos imantados y todo lo que se nos ocurrió estaba a bordo del auto. Era como "El verano de los Campanelli" en caso de que se hubieran tomado dos meses en un camping.
Todo estaba previsto, salvo que Julieta preguntara si faltaba mucho en Virrey del Pino y Libertador.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Y un día Fafa dejó el jardín...

Lloramos, corrimos, praticamos como locos durante meses para la obra por segundo año consecutivo. Fafa ya no es más de jardín. Fafa también creció. Mucho más de lo que nos imaginamos. Mucho más rápido de lo que quisiéramos. Algún día veremos estas fotos en el Facebook de realidad aumentada de Fafa..,. Algo así como un álbum de fotos 3D... Pero vamos a llorar igual.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Primer CampaJuli

Yo tuve una bebita, chiquita, chiquita, que dormía la siesta acostadita sobre mí. Hoy se fue de campamento de primer grado. Mañana, cuando me quiera acordar, se va al Bolsón con las amigas... Diría Benedetti que estoy jodida, pero radiante.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Con los hijos nunca se sabe

Unas semanas antes del primer campamento de Julieta, tuvimos una reunión con el equipo de educación física del colegio. Con buen tino, explicaron que a chicos de primer grado, que no habían acampado nunca y que muchos de ellos ni siquiera tenían experiencia en dormir lejos de mamá y papá, era muy importante darles todas las respuestas que necesitaran: adónde iban a ir, con quiénes, por cuánto tiempo, qué actividades iban a desarrollar, qué responsabilidad y cuidados tenían que tener, cómo se resolvía el plan de contingencia si alguno, definitivamente, arrugaba, etc.

Una parte muy importante de la charla fue que prestáramos atención a todos los planteos de los chicos, y que no por desenvueltos tenían que estar preparados para esto. Y ahí el tema me tocaba de cerca. Sí, aún pibes como Juli, que no eran miedosos ni apegados, podían tener temores.

Esa noche la agarré a la negra bañándose. "Juli, sabés que en unos días se viene el campamento, y va a ser un día completo que vas a estar fuera de casa, toda la noche y luego todo el día siguiente. El martes te llevamos a la escuela a la hora de siempre y el miércoles llegan a la escuela un rato después del horario de salida habitual. Yo quiero que vos tengas la libertad de elegir qué querés hacer, porque no hay ninguna obligación de ir...". Juli lloraba. Con toda la cara fruncida y unos lagrimones gigantes que caían a chorros y se mezclaban con la espuma de la bañera. "No llores, hija, contame por qué te angustiaste, no tenés obligación de ir al campa, si no querés..:". Cuando pudo calmarse un poco, me miró con esos ojos enormes y puchereó "¿y por qué nosotros no podemos ir 3 días como los de tercer grado??".

Le pedí que terminara de bañarse y se fuera a poner el pijama, conteniéndome para no mandarla a cagar.

domingo, 27 de septiembre de 2009

De lejos te vi venir...

Como padre, uno de los retos mayores (a mi -escaso- criterio) es el de no estigmatizar a los chicos. Ese comentario ganso de "es tan creativo" o "es demasiado flaco" termina convirtiéndose en una etiqueta que luego el tipo tiene que sostener (no puede dejar de ser el creativo o el flaco, porque eso le implicaría perder su lugar en esa organización). Además. termina convirtiéndose en el centro de su terapia, 20 años más tarde.

Bueno... todo lo que hagamos va a convertirse en el centro de su terapia 20 años más tarde, pero tratamos de minimizar el margen.

Pero más allá de que seamos padres modernos, evolucionados y leídos, hay personalidades que se perfilan desde la más tierna infancia. Y es imposible no verlo…

Volvíamos del club, en el auto, domingo a las 18. Minuto más o menos. Fafa me pregunta si yo sé qué es lo que tiene que hacer para tener su propio puesto de limonada (abajo el imperialismo cultural yanqui!!!). Tentada, en retribución a otras gentilezas (un guiño bastante habitual ente nosotros, que nos causa mucha gracia) le contesto que el que sabe más del tema "es papito". Papito me lanza una sonrisa de "muchas gracias, yegua", le pregunta qué quiere saber y se prepara para el cañonazo. Fafa dispara, sin clemencia "pá, entonces contame todo lo que sabés sobre puestos de imonada". Me apiado “Fa, cuando seas más grande vamos a ir averiguando todo, para que tengas un puesto de limonada como corresponde”. Se agranda “bueno, ya sé que necesito una mesa de rrrrueditas (sí, Fafa habla como pajarrito). Pero tiene que ser una mesa grrrrande…”. Le susurro a Fer que lo mismo dijo hace 25 años el dueño de Starbucks, y nos reímos. Fafa continúa con un constructo extraño que, sabrá Dios, llega al punto de que él quiere saber qué tiene que pagar.

Julieta, a quien yo le veía uñas de lectora pero sus maestras la destacan como muy hábil con las matemáticas, salta inmediatamente: “de ninguna manera, vos tenés que cobrar, no que pagar, porque si gastás la plata que ganás, no tenés plata luego para comprar las cosas que tenés que comprar…”. Le susurro a Fer: el boliche ya tiene Gerente Financiero. Nos seguimos riendo.

Mientras el creativo sigue con el delirio de dónde va a poner “su propio puesto de limonada” y Julieta, minuciosa, le insiste con el business plan, Santiago, que estaba calladito sentado en el medio de los dos, viendo los restos negros de un pasacalle que colgaba de un árbol en Libertador, grita “miren, un orangután”.
No quiero etiquetarlos, pero es inevitable hacerse la imagen. Tienen un bar. Los tres. Fafa está entusiasmadísimo con la loca carta de tragos a base de limonada y la ambientación cool del lugar. Julieta analiza presupuestos y atiende la caja con ojos de amo. Santiago charla en la barra con cuanto personaje aparezca, y cada tanto invita una ronda, “en honor al orangután”.

martes, 30 de junio de 2009

Ser buen papá tiene (al menos) un beneficio...

Estaba enojado (muy). Conmigo, con mis circunstancias, con algunas actitudes de gente cercana (muy). Y porque sí, me reencontré con este video de mis vacaciones... (Ver video)

Lo miré por enésima vez. Me emocioné. Lo vi de nuevo y me dije... "Pero claro que hay muchas razones para ser feliz. Que tus hijos sean sanos, que estén bien, que sean alegres, que amen, que sean solidarios, que lloren, que se enfurezcan, que duerman, que sueñen, que te miren a los ojos, que te besen, que te abracen, que te quieran..." Sí, si algo pude haber hecho bien, estoy casi seguro de que es tratar de ser buen papá...

Si cuando pasen los años o me encuentre con la muerte llego a la conclusión de que, aún con los errores que cometo minuto a minuto, logré ser un buen papá, entonces sí, voy a saber que fui feliz. Porque ser buen papá es simple: solamente requiere ser buen esposo, buen hijo, buen vecino, buen compañero, buen empleado, buen jefe, buen ciudadano, buena gente, ser honesto, sincero, trabajador, alegre, solidario, sensible... solamente se requiere eso para ser un buen papá. Ergo, si fui buen papá, fui todo o casi todo lo demás... ¿cómo no voy a estar feliz?

domingo, 15 de febrero de 2009

La naturaleza del escorpión

Santiago y "Nenata" van juntos a la sala de 3. Como Santiago es Santiago y Renata, además de sus características personales, es nena, la diferencia es escalofriante. Renata está en todas. A Santiago todas le resbalan.

Alguien jugó un partido de paddle en la quinta. Otros alguienes lo miraron. Quedaron dos sillas, una al lado de la otra, mirando hacia la cancha, vacía.

Santiago y Nenata se instalaron ahí, uno sentado junto al otro, mirando a la nada. Rápidamente, Renta sacó un tema y giró para mirarlo. Empezó a contarle la película de "Barbie y la isla del Diamante" (o algo así). Le explicaba la historia, en la que Barbie era buenísima pero también había unas malas que eran malísimas, pero por supuesto, al final siempre el bien triunfa; los personajes, porque no era tan sencillo, había parentescos e historias anteriores a la que se narraba; la ropa, porque claro que cada una de las figuras tenía un vestuario que la caracterizaba y la diferenciaba del resto. Todo, con lujo de detalles y sin parar siquiera a respirar.

Santiago, que seguía mirando hacia el frente, a la nada misma, de tanto en tanto la miraba y le hacía un "ajá", o un "sí", o un "bueno". Como si hubieran tenido 10 años de matrimonio. Fer, a vos te estoy contando. Fer...