Bienvenidos...

Un espacio interior que da a la calle. Algunas historias son internas porque son de esas que pasan dentro de uno y no siempre se cuentan ni se muestran. Otras, porque son de nosotros con otros. Historias de nuestra propia historia o historias contadas desde dentro. Historias internas también es el espacio donde están las cosas de mis hijos, sus anécdotas, algunas de las infinitas escenas que me hacen vivir lo mejor de mi vida: Juli, Fafa y Santi. Por ahora escribo yo. Mañana tal vez escriban ellos.

Que lo disfruten como disfruto de vivirlas y escribirlas. Que sufran junto a mí. Que se alegren. Que compartan o disientan. Como sea, gracias por tomarse el tiempo de leer.

Fer


Las 3 mejores razones

miércoles, 23 de enero de 2013

Me estiro a agarrar el frasco del azúcar. Juli me mete un dedo entre la remera levantada y la cintura del pantalón. "No, ¿ves? vos no tenés. Hoy Lale se estiró a buscar algo, como vos, pero a ella debajo del pupo se le ve la cesárea". 

Sí, Lale, la señora que nos ayuda en casa, es +60. Le muestro la mía una vez más y le explico que antes se hacían verticales, pero que luego empezaron a hacer el corte externo de forma horizontal y bien abajo. "¿Por?". "Porque de esa manera no quedás así marcada. Si yo quisiera, podría ponerme una bikini y...".

No importa qué más dije. La carcajada de Julieta hacía que lo demás fuera inaudible.

Educación sexual para hijos de 9 y 7 all'uso nostro

El tema de la sexualidad en casa nunca fue tabú. Por supuesto que no nos paseamos desnudos por el living (lo cual en mi caso sería una ofensa al buen gusto del espectador) ni charlamos sobre nuestra vida marital con los niños, pero cuando ha surgido alguna pregunta la hemos respondido sin parpadear. Transpirando, pero sin parpadear.

Tenemos la inmensa fortuna de contar con un grupo de amigos muy heterogéneo. Tías y tíos casados, solteros, de novios, célibes, gays, de juerga. Y nunca, nunca, la situación romántica de las personas a nuestro alrededor fue un secreto. Había algún tío o tía que cambiaba de pareja como de calzones, una tía soltera que vivía con su madre, un tío solterón (hoy redimido) que vivía con su tía, una tía que era "querida" (en el sentido más inocente que puedan darle al término) de otra tía y tíos que vivían juntos como pareja. Tíos que tenían hijos, tíos que no los tenían, tíos que criaban hijos de sus parejas. Y a los chicos, aunque a algún adulto rancio pueda sonarle raro, les resultaba lo más natural del mundo. Porque, sin lugar a dudas, los de los problemitas somos los grandes.

En este contexto de lo que se vive y no necesita explicación, Juli se aproximaba a la edad de crecer y a las clases de educación sexual en la escuela. Desde luego que preferíamos que la nena afrontara esto con data obtenida en casa. De rebote la ligó Fafa, que ya había venido con un par de guarangadas del cole, por supuesto sin tener la menor idea de lo que estaba diciendo.

Así que un sábado en que papi tenía plan con Santi, mamá sentó a “los grandes” y, papel y marcadores en mano, se dispuso a “hablar con ellos de cosas importantes”. Yo no hice el curso de "introducción a la sexualidad para los hijos pequeños". Hice lo que pude, con todo el amor, la paciencia y la naturalidad que el Señor me ha dado.

La primera premisa fue que en esa conversación no había “malas palabras” y que podían preguntar de todo. La barrera levantada dio lugar a un bloque de “malas palabras” soltadas como un rosario, mal dichas, carcajadas, más “pitos” y “vaginas” y “coger” y carcajadas. ¿Listo? Arranquemos, sin pavadas.

Dibujé una nena y un nene. Dibujé una mujer y un hombre. Risas y miradas cómplices entre ellos. Entre los niños no hay diferencias más que un pito y una rayita. Entre los adultos sí. La mujer angosta la cintura y ensancha las caderas. Tiene tetas. El varón tiene un pito grande, y pelos por todos lados (que las mujeres también pero los mantenemos a raya con métodos dolorosos y primitivos fue algo que surgió tangencialmente). Y en el medio, el desarrollo, que es lento, que en cada uno se da a su tiempo, que nunca, pero nunca-nunca es igual de una persona a otra. Y que en este proceso hay momentos en que no nos vemos como niños ni como adultos, pero seguimos siendo hermosos porque estamos creciendo.

Resuelto el envase, vamos al contenido. Primero lo fácil. Hoja nueva, pito por dentro. Silueta de pene, escroto, testículos, vejiga y uretra, vesícula seminal. Colores, flechitas y nombres. Que juro que se los (casi) acuerdan.
Hoja nueva. Cadera femenina corte lateral. Ano con intestino, vulva, uretra con vejiga. Y en el medio ¡vagina!. Hoja nueva. Cadera femenina corte frontal. Vagina, cuello, útero, trompas, ovarios. Endometrio, óvulos.

Los dos tipos calladitos, serios. A cada rato “¿me entienden?”, a coro “sí”. Ahora que sabemos cómo es, vamos a cómo funciona. Primero en la mujer. El endometrio es un “empapelado” que forra las paredes del útero. Tiene todos los nutrientes necesarios para alimentar al bebé cuando tiene el tamaño de un puntito. Todos los meses se empapela fresquito, y si ningún bebé lo usa, se vuelve líquido y sale del cuerpo en forma de sangre. Se llama “menstruación”, “regla”, “período”. Juli cara de asco. Fafa se ríe. Por supuesto, se pone bueno, porque la cosa cambia si sí hay bebé.

Todos los meses, cuando el empapelado está nuevito, el ovario suelta un óvulo, que es como una semillita que no está completa como una semilla de verdad, que va a la tierra y de la que sale una planta. Esta “casi semilla” necesita de otra “casi semilla” que es del papá. Por eso ustedes se parecen un poco a mamá y otro poco a papá (para qué decirles que Julieta es igual a mi hermana, mi tía y mi primo y que los varones son 100% D’Aloia…).

El óvulo sale del ovario y espera en la trompa. Si no pasa nada, cae al útero y sale junto con el empapelado. Pero si llega la “casi semilla” del papá, se hace el bebé, que baja y se pega al empapelado hasta que forma su propia “heladera”, que es la placenta. Mamá y bebé se unen a través de la placenta. Del útero de la mamá a la placenta y de la placenta al bebé por el pupo, a través de la sangre que va y viene al bebé le llegan aire y nutrientes. Hasta que está listo, se ubica con la cabeza hacia abajo y sale por el cuello ¿se acuerdan que lo vimos acá? Caras de “sí”, “qué asco”, “qué raro”, “andá redondeando”. Todo junto.

Y sí, llegó el momento temido, en el que Fafa, con su voz de títere, preguntó cómo llega lo del papá a la mamá. Esta mamá, transpiraba y lo miraba como si el techo no se me estuviera cayendo en la cabeza.

¿Cómo nos demostramos nosotros que nos queremos? Con abrazos y besos. Las parejas igual, se dan besos y abrazos. Risas. Papá y vos se dan piquitos. (Vos porque más tarde estás durmiendo, pensé pero no dije). Bueno, todas las cosas son diferentes entre chicos y entre adultos. Cuando una pareja de gente grande se quiere se dan otro tipo de besos y abrazos. Y se abrazan tan fuerte y se ponen tan cerquita que pasan cosas distintas de las que pasan en otros momentos. Se excitan. Y eso significa que a las mujeres toda esta parte de acá (búsqueda de la hoja correcta, hallazgo, señalamiento de vagina y cuello) se humedece, y a los varones el pito se les pone duro. Fafa, voz de títere, yo a veces tengo el pito duro, es cuando se pone contento. Sí, como eso. Entonces el papá pone el pito dentro de la vagina de la mamá, y después de un ratito sale una especie de cremita (“leche” era más apropiado pero no pude) que transporta las “casi semillitas” del papá, que corren y corren y sólo una llega hasta el óvulo. Eso es lo que se llama “hacer el amor”, lo que de forma guaranga en la escuela dicen “coger”. Ahí se armó el bebé. Carcajadas.

¿Entendieron? Sí, ¿nos hacés la leche? Sí ¿alguien tiene alguna duda? Juli: no, pero eso de la menstruación (o algo así dijo, pero no exactamente) es un asco. Fafa: yo, pero me lo explicás otro día ¿por qué los travestis tienen la voz rara? Ok, preparé la leche. Y todavía me falta Santi.

martes, 28 de agosto de 2012

Arte religioso

Juli volvió de Catequesis con una virgencita de cerámica, un cuaderno de votos y un rosario, para que pasen una semanita en casa, como han pasado por la casa de tooodos sus compañeritos. Si esa virgencita hablara...

Me muestra todo, me explica que hay que escribir nuestros deseos y agradecimientos familiares en el cuadernito, y que el rosario ese da suerte.

Ante la fragilidad de los elementos, los pongo a buen recaudo, salvo el rosario que la nena tenía colgadito del cuello. Previsora, le ofrezco regalarle un rosario para ella a cambio de que guarde el de la parroquia en la bolsita. Fascinada, con esos ojazos gigantes completamente iluminados, me miró entusiasmada y me preguntó "¡¿y ese lo puedo pintar?!!".

lunes, 27 de agosto de 2012

Algunos temas son verdaderamente difíciles de entender

Fui con Fafa a buscar a Julieta a la salida de Catequesis. Parados en la vereda, charlábamos de bueyes perdidos. Fafa empezó a mirar la fachada de la parroquia. "Esta iglesia no tiene cruz". Cagamos. Buscamos y buscamos y, es cierto, la tiene en una torre que no se ve fácilmente desde la misma vereda.

Dos minutos después descubrió en el frente un nicho con una imagen del Espíritu Santo, y preguntó qué era. Ahora sí, cagamos. Le explico que, en realidad, Dios no es una persona, sino que Dios es la unidad de tres seres: Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo, que es como una potencia, como una fuerza, como un alma, que se representa con esa paloma.

Fafa me miraba todo lo serio que podía estar en el mundo un tipo de 8. Se quedó pensando. Yo temblaba ante la posibilidad de alguna repregunta, y sólo me consolaba la cercanía con la parroquia a la que, irremediablemente, iría a pedir asilo. O ayuda. O la Extremaunción.

Luego de unos veinte (larguísimos) segundos sonrió mientras asentía. "Claro, por eso decimos 'en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo'...". Obviando el hecho de que se persignó al revés, sí, era así. "¿Entendés?", pregunté, con un hilo de voz. "Sí -me contestó -lo que yo no entiendo es dónde queda Uruguay".

Sí, es que hay temas que son complejos.

Infinito punto... negro.

Domingo a la tardecita. Niños bañados, mochilas cerradas, cena en marcha. Sensación de deber cumplido. Aparece Fafa, con esos ojos de uva y la voz del títere, y, serio, me pregunta "¿Cuándo empieza el futuro?". Lo miro consternada. A veces no le entiendo. Comprende mi desorientación y "aclara". "¿El pasado empieza cuando nacés o antes?". Temiendo estar a las puertas de uno de sus (frecuentes) planteos filosóficos, pero atenta a la posibilidad de que la pregunta encierre un tema terrenal y literal que no veo, atajo: "hay preguntas que no tienen una sola respuesta. ¿Vos qué creés?". Piensa tres segundos y, con total certeza, me responde "yo creo que empieza antes, en la panza, cuando sos un puntito negro". Lo abracé.

miércoles, 25 de julio de 2012

Las gallinitas no hablan

Fafa me pregunta si Juli se parece a mí cuando era chica. Cuando le contesto que mucho, me mira intrigado y arroja "¿y qué se siente estar frente a la niña que fuiste?".

No llegué a reaccionar para responderle que eso no es tan grave como estar frente al filósofo que nunca seré...

Aprender a los golpes

Jugando a la play, cuando un jugador se le lastima, Santiago anuncia que "se aleccionó".

Cuando hace falta...

Fer llegaba a las 12 de la noche, después de 5 días de ausencia.

Fafa empezó a llorar desconsoladamente a las 6 de la tarde y no paró más hasta que se durmió. Me lo encontré, por ejemplo, llorando acostado en la bañera, sumergido en 10 centímetros de agua. Lo "embaté" y lo saqué.

Julieta se apiadó tanto de él que, mientras le hablaba suavecito diciéndole que sólo faltaba un ratito, le puso el pijama. Y Santi, que ajeno a todo jugaba a la play, al pasarle por al lado camino a la ducha se paró en seco, lo miró serio y le dijo "yo a vos te quiero mucho". Señoras y señores, los D'Aloia.

lunes, 14 de mayo de 2012

Cortar por lo sano

Fafa y Santi jugaban a la play hasta que se pelearon feo. Feo, con trompadas. Mamita, en una actitud terminante, desenchufó la play.

Ellos lloraron y patelearon, y se echaban la culpa mutuamente. Hasta que Fafa aseguró que no quería ser más de esta familia. "No quiero vivir más con ustedes. Búsquenme otra familia".

Fer, desde la cocina, le gritaba que no había problema, que le diera un par de días, que él le iba a encontrar otro lugar donde estuviera más contento.

En medio de este acuerdo, se escuchó un golpe en el patio: Santiago acababa de tirar tooooda la caja de lápices al piso haciéndose el enojado. Ahí partió el padre, furioso (porque para padres furiosos, Fer) y lo retó. "Y en esta casa nadie se hace el calentito".

Como estábamos en tema, Santiago determinó que él también quería vivir con otra familia. Y como cuando uno toma una decisión no puede aceptar medias tintas, Fafa saltó como un resorte y, serio como pocas veces, le advirtió "a la que me voy yo, no".

jueves, 16 de febrero de 2012

Llegamos a la plaza y mis tres hijos empezaron a jugar a la pelota. No habían pasado cuatro minutos cuando se acercó otro nene.
Fafa determinó que él jugaba con Julieta y "el nuevo" hacía equipo con Santiago.
Tati lo miró con el gesto de mayor honestidad que he visto en mi vida y le advirtió "yo soy un poco comilón".
El que avisa no traiciona.

domingo, 5 de febrero de 2012

Resignación

Lo mandé a Fafa a dormir. Mientras caminaba por el pasillo lo escuché "si yo pudiera putear te estaría puteando". A veces hay que reconocer las propias limitaciones.

Decisiones indiscutibles

Fafa apareció en la cocina. "No soy más juído". Ante la pregunta, amplió "porque los juídos no creen que Jesús haya sido el hijo del Dios, y yo sí creo. Admás, hay tres días en el año que no comen, y yo eso no lo voy a hacer". Aclaro que no tiene formación religiosa alguna. Y el que diga que el tipo no tiene convicciones...

jueves, 22 de diciembre de 2011

Decisiones drásticas

Llegué a casa con una jaqueca de esas que dan náuseas. Juli ya estaba bañada. Era el turno de Fafa, y todos estábamos de acuerdo, salvo él, que se enfureció ante la orden, y encaró hacia el baño odiándome.

Tres minutos después, yo recostada en el sillón, apareció Santi a contarme, voz en cuello, que Fafa aseguraba que, cuando fuera grande, me iba a dar una paliza. Como  la perseverante jaqueca me daba un fastidio-base sobre el cual toda molestia pasaba a ser un calvario, intenté dejarla pasar. No abrí los ojos, siquiera. Santi repitió la denuncia. Lo chisté. Santi repitió la denuncia en un susurro. Lo reté por denunciar a su hermano y por hacer ruido, sabiendo que me dolía tanto la cabeza. A punto de abandonar el living me gritó "es que Fafa dijo que cuando sea grande te va a dar una paliza". Cuando estaba por la mitad del pasillo lo escuché murmurar "y yo también".

jueves, 20 de octubre de 2011

Fútbol para tod@s

Fafa mira fútbol, siempre. No importa de dónde es; da lo mismo enganchar River-Huracán, Real Madrid-Barcelona o Alajuelense-Saprissa de la liga costaricense.

El partido era "raro", porque era un Argentina-Brasil con jugadores que no reconocían. Santi insistía preguntando cuál era Messi y cuál Heinze, y Fafa se ponía nervioso porque no los encontraba. Tal el revuelo, me acerco a mirar para descubrir que estaban mirando, sin saberlo, fútbol femenino.

Eso de modo alguno iba a mellar el entusiasmo de la tribuna, que automáticamente empezó a hinchar y comentar. Todo transcurría normalmente, hasta que Fafa detectó que el árbitro TAMBIÉN era una mujer. "Sí, hijo, tiene que ser una mujer". Lo pensó cinco segundos y asintió "claro, porque si fuera un árbitro varón cobraría como si fuera fútbol real".

No le hice tragar el control remoto porque tiene 7 años.

domingo, 21 de agosto de 2011

Kit completo

Después de anos de patearla al corner, finalmente el regalo del día del niño fue un gato. Gris, cuatro meses, un encanto.
La amiga que nos lo dio en adopción nos lo entregó en una especie de jaulita descartable, de cartón, que por lo visto Royal Canin entrega ad-hoc, una bolsita de comida y un librito-manual para descubrir qué catzo se hace con este bicho hasta tanto uno se haga alguna idea.

Por supuesto, como la indicación era no molestarlo en absoluto, dejar que el gatito hiciera lo que quisiera sin forzarlo ni perseguirlo, no se lo podía abrumar, y los chicos optaron por leerse el instructivo. Que si las orejas planas significaban tal cosa, que el corte de uñas tal otra, y que las orejas se le limpian con un algodoncito sostenido por una especie de pinza que, para Fafa, era "la tijera".

Previendo la posibilidad de que el tipo saqueara el costurero en busca del utensilio apropiado, le explicamos que no era una tijera sino un instrumento especial. La respuesta, inmediata, fue "¿Y la trajo?", "¿Qué cosa, hijo?", "Digo, si se fijaron si no vino en la caja".

Si el Rasti trae las ruedas y las piezas transparentes, el gato, que vino con alimento y drivers, bien hubiera podido venir con la pinza. Haremos el reclamo al fabricante...

martes, 12 de julio de 2011

Bicho de frío

A punto de salir para el jardín, emponchado como un esquimal en invierno porque el noticiero acusaba tres grados bajo cero de térmica, Santiago escuchaba atentísimo las explicaciones de Confesore.
Siguió el pronóstico hasta que estuvo en condiciones de retransmitir la información: se dio vuelta, me miró y con tono catástrofe me avisó "hace muchísimo frío, y es porque está la Osa Polar".

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Apta todo público?

Cocinábamos torrejas de domingo con Julieta, y charlábamos. "En la casa de Lara vi Rattatouille en persona", me cuenta. Para los no iniciados, es una película de ratoncitos cocineros, y "en persona" significa "no animada sino actuada".


"Pero claro, los ratones no hablan". "Ah- indago- ¿y cómo hacen? ¿les ponen una voz, un actor que dice lo que diría el ratón?". "No, mamá, los ratones no pueden hablar como humanos. Si es en persona significa que es como es en realidad". "Ah -extrañada- ¿y cómo se entera el espectador de lo que el ratoncito piensa o dice?", insisto.

Me mira exasperada. "A ver: los ratones no hablan. Se comunican entre ellos con un idioma propio. Algunos veterinarios que se dedican a ratones, les entienden. Si sos de esos veterinarios, la mirás como viene; si no, le tenés que poner subtítulos en castellano". Obvio.

lunes, 18 de abril de 2011

¿Polvo de estrellas?

"No de todos la caca es marrón. La caca de los unicornios es plateada". (SIC)
Y el que diga que Santiago no viene con datos fundamentales...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Hijos nuestros

La de hoy era una jornada netamente futbolera, bien de selección. A las 5 de la tarde el amistoso Argentina-Portugal de las selecciones mayores. A la noche, el partido de los chicos del sub-20 contra Uruguay compitiendo por un lugar en los juegos olímpicos y la clasificación al mundial.

Fafa y Juli estuvieron indagando toda la tarde acerca de los dos partidos. Cuando los llevaba a la colonia, convinimos que cuando los íbamos a buscar a la salida, nos quedábamos a terminar de ver el partido de "los grandes" y que después nos volvíamos a casa temprano para poder ver el partido de "los chicos".

Después del 2-1 de la selección mayor, cuando llegamos a casa, Juli me encara y me dice seriamente:
-Papi, ¿por qué yo nunca vi el partido de los hijos?
-.... -respondí con un largo silencio mientras la miraba atónito tratando de descubrir qué me quería preguntar
- ¿Eh? ¿Por qué? -insistió.
- ¿Qué hijos Juli? -le pregunté cuando perdí la ilusión de responderle sin haber preguntado para seguir siendo el que todo lo sabe.
- Los del equipo... -respondió no muy convencida.

Yo seguía tratando de buscar respuestas a preguntas que seguía sin entender. Una quimera. Pero como ya me había resignado a dejar de ser el sabelotodo, seguí indagando.

- No te entiendo Juli, ¿los hijos de qué equipo?
- Noooo, el equipo de los hijos
- ¿Pero de qué hijos? -me salió impaciente
- ¡Los que juegan ahora a la noche!!!! ¡Los chicos!!!-respondió más impaciente que yo

Ahí me cayó la ficha. Y evitando que la sonrisa se convirtiera en carcajada le aclaré:

- No, Juli, los que juegan no son los hijos de los jugadores de la selección... les decimos "los chicos" porque tienen menos de 20 años... pero no son los hijos de los que jugaron recién...

- Ah -dijo mientras fruncía el ceño.

Se quedó pensando, masticando bronca por el yerro (a la princesita no le gusta ese lugar). Pero las cosas no iban a quedar así nomás...

- Fafaaaaa!!!!! -vociferó Juli- No son los hijos!!!!!!! Estás diciendo pavadas!!! -aseguró con aires de sapiencia.
- ¿Eh? ¿Cómo que no? Preguntale a papi...
 
Y otra vez me tocó censurar la película...

viernes, 4 de febrero de 2011

Ladrones de rascadas

En mi familia hay un curro. Histórico. No puedo distinguir cuál de los tres arrancó con la solicitud. Hoy es claro que el delegado y principal representante es Santi.

Cuando era apenas un bebé y apenas balbuceaba las primeras palabras, empezó a usar el recurso. Le costó mucho más decir "papá" y "mamá" que... "más caddneee" (sí, quería comer el pibe, qué mamá ni papá!!!). Pero poco después de eso aprendió a pedir cosas. Entre ellas, cuando ya estaba a punto de volcar porque al conejito de Duracel no le quedaba ni un poquito de resto, venía a buscar refugio y mimos al son de "¿me agrrrascás laspalda?". Bueno, después (o tal vez antes, pero la simultaneidad del crecimiento de mis vástagos no me permite distinguir mucho los tiempos) Fafa y Juli también lo hicieron suyo.

Cuando "hace sueño" o piden mimos, el "me arrascás laspalda" es un clásico.
Hoy terminaron de cenar y después de que Juli, que ya está hecha una señorita autónoma, se fue a su cama, Fafa se revolcó en el sillón del living donde yo estaba sentado y me elevó el pedido de "arrascamiento despalda". Claramente, mi rascada no es igual que la de Sol. Mis uñas son casi nulas y el grosor de mis dedos está más cerca del racimo de chorizos que de las manos de Bruno Gelber. Pero Fafa, diplomático y comprador como pocos, mientras yo le rascaba me repitió algo que ya había enunciado hace unos meses:
- Mami me arrasca mejor, pero vos aunque me arrascás menos, al mismo tiempo que me arrascás me hacés masajes -dijo en clara alusión al volumen de mis dedos...
Al rato pidió algo que ocurre casi nunca y para ellos es todo un plan: ir a dormir a la cama de mamá y papá. Y allá fue, con mimos de su madre incluidos.
Santi, que estaba intentando jugar al Mahong, dijo que él también quería ir a la cama de papá y mamá. Pero antes... Mahong. Lo ayudé más de la cuenta -y con protestas en el medio- para acortar los tiempos. Cuando el solitario chino puso el cartelito de "No more moves" él consideró que había ganado... y se fue a nuestra cama.
Con Fafa ya desnucado, Santi vio su oportunidad: "¿Me arrrascás laspalda?". Sol estiró lo inevitable con un "Bueno, lavo los platos -que nunca lavó- y vengo a rascarte la espalda". Santi, que sabe que eso de lavar los platos es algo que dura mucho (tanto que casi siempre él se duerme antes de que termine la tarea), espetó. "Noooooooo... lavar los platos, no!!!". Pero no le quedó opción... hasta tres minutos después que empezó a llamarnos a los gritos. En un momento, respondí a la requisitoria y fui.
- ¿Y mami? - me preguntó desagradecido.
- Está lavando  los platos -respondí consecuente con la mentira piadosa acerca de los platos que todavía dormían en la bacha esperando que alguien, a su vez, se apiadara de su suciedad...
Con cara de "yo no fui" Santi me reiteró el pedido:
- Bueno, arrascame un poco vos y después que venga mami...
- Ok, ahora te hago yo y después la llamo -le dije mientras me preguntaba ¿y mi arrascada que es? ¿verdurita?...
Tres minutos. Aunque creo que fueron menos. Y Santi se "adurmió".
Ahora, si me disculpan, me voy a dormir. Pero antes tengo que mover a Laurel y Hardy de nuestra cama para poder descansar un poco. Ah, y tengo que pedirle a Sol que me arrasque laspalda...

(NR: Laspalda de la arriba a la izquierda es muy parecida a la mía...)

jueves, 27 de enero de 2011

El padre de la novia

Y sí, el momento iba a llegar, indefectiblemente. Hace unos cuantos meses Fafa sobrevoló el tema pero una serie de maniobras elusivas permitieron no entrar en detalles. Pero él no es precisamente de los que compra cualquier huevada que uno le diga. Y si le esquivás un tema, tenelo por seguro, va a volver a la carga.

Anoche estábamos mirando tele con Sol cuando irrumpe el vástago del medio pidiendo y haciendo mimos en simultáneo. Pero el objetivo no era sólo ese, claro. Sin filtros de ningún tipo me pregunta: "Papi, ¿vos cómo hiciste cuando no estabas más con tu novia?". Todavía medio confundido le repregunté: "¿Qué novia Fafa?". "De tu querida... ¿o era tu esposa? La mujer con la que estabas antes de mamá..."

Con Sol nos miramos y yo me di cuenta de que era el momento de explicarle que no siempre el amor dura para siempre. Pero cargaba con todo el prejuicio y esa actitud proteccionista que uno toma cuando les habla de la muerte, o de las enfermedades ajenas o de todo eso que uno no quiere que se imaginen que les puede a pasar a papá y a mamá.

- Sí, era mi esposa.
- ¿Te habías casado? ¿Y cómo hiciste cuando... cuando no estvieron más juntos con tu esposa?

Sol aguantaba la risa de verme literalmente contra las cuerdas. Yo hacía un repaso mental ultra veloz del "Manual de padres en segundas nupcias" buscando el capítulo "Cómo explicar que papá alguna vez se enamoró de otra persona que no es mamá y después se divorció". Obviamente, no lo encontré. Así que mientras que yo decidía usar la técnica más efectiva, decirle las cosas tal cual fueron, Sol  en simultáneo me alentaba en inglés (ya nos queda poco de ese recurso para hablar de algo delante de ellos sin que entiendan), a encararlo  por ese lado.

Recurrí a las técnicas en desuso de locutor para colocar una voz firme y segura. Aclaré la gargante y dije:

- Después de un tiempo de estar juntos nos dimos cuenta de que ya no nos gustaban las mismas cosas, que queríamos cosas diferentes y que había varias otras cosas en las que no estábamos de acuerdo. Hablamos mucho, y como ya no nos queríamos tanto como para estar juntos toda la vida, decidimos que lo mejor para los dos era no estar más juntos y que cada uno pudiera estar con otra gente, conocer a otras personas y seguir cada uno por su lado para poder sentirnos bien y ser felices. Entonces nos separamos... Y al poco tiempo la conocí a mamá-le dije suspirando aliviado por haber saltado la valla, si no con éxito al menos sin voltearla.

- ¿Y fueron a decirle al juez?
- Sí, claro, le dijimos al juez.
- ¿Y al padre?

Intuí que estábamos ante el comienzo de una conversación dificil. Porque explicarle la relación con mi ex suegro era ya demasiado abstracto. Pero fue más difícil de lo que pensaba. Como si fuera poco, a los temas del corazón se sumaron cuestiones religiosas.

- ¿Qué padre, Fafa?
- Al padre del Dios... el señor de la Iglesia.
- No, Fafa, a Dios cada uno se lo dice por su cuenta, de la manera que quiere.

Lo que siguió fue una disquisición bizarra para explicarle que ese señor era cura o sacerdote, pero que le decíamos "padre" pero que no era el "padre de Dios", que Dios no tenía padre. Por suerte evitamos empezar a hablar de Jesús y la Santísima Trinidad...

Pero como todo no podía ser tan fácil (si a lo que acababa de ocurrir se lo puede llamar "fácil") Fafa siguió escarbando...

- Papi ¿y tenés fotos de... de... ?
- ¿De Alejandra?
- Sí, de la que estaba con vos antes de mamá.
- Sí, Fafa, tengo.
- ¿Las puedo ver?

Todavía tengo que desempolvar cajas y ver si rescato alguna foto... Pagaría por saber -más allá de la obvia comparación de belleza de la que su mamá va a resultar vencedora- qué cosas pasan por la cabecita de Fafa para querer saber cómo es que me divorcié y qué lo mueve a querer ver las fotos de "la otra".... Escucho ofertas...

Talento o tá lento

Los varones jugaban al metegol. A la distancia, escuchaba a Santi refunfuñar. Hasta que vino a presentar el reclamo: "Fafa hace trampa". Antes de tomar medidas apresuradas, lo intimé "¿seguro que está haciendo trampa?". Sentenció, indignado "sí, hace trampa, mueve los jugadores mucho más rápido que yo".

viernes, 21 de enero de 2011

Realmente un mal momento

Estábamos en el club, entre semana. Debía ser el único día en el año en que en la cartera no tenía las toallitas húmedas, pero claro, eso no era motivo para que mis hijos no quisieran ir al baño. Porque si hay un aparato que les funciona bien a mis hijos es el digestivo. Les funciona varias veces al día, con ritmo y sin escatimar.

Lo cierto es que no teníamos toallitas húmedas, pero afortunadamente los baños del vestuario de damas tienen bidet. Abrí las canillas y esperamos un ratito a que el agua se templara. Fui a buscar jabón líquido al dispenser, y el agüita seguía saliendo friíta. Cerré la canilla fría y comprobé que, efectivamente, no salía agua caliente. "Sale fría" sentenciaba Fafa cada 15 segundos con cara de "vos no pretenderás que yo". A los 8 minutos, y con el jabón líquido chorreándome a la altura del codo, corté por lo sano "hijo, te mojo, cierro, te enjabono, y luego abrimos un momentito para enjuagar". Sin ninguna convicción, accedió.

Lo mojé, cerré, lo enjaboné y volví a abrir el agua para enjuagarlo. Se movía, se incorporaba, se corría "pero hijo, por Dios, dejame enjuagarte de una vez".

Y entonces alzó la cabeza y me miró. Con una carita que soy incapaz de describir. Desazón, desesperación, resignación. Todo junto en esas facciones microscópicas. Y explicó "es que el agua helada me da en las bolas".

lunes, 3 de enero de 2011

Haciéndonos quedar bien

Hace un año, precisamente durante el almuerzo del 25 de diciembre de 2009, Santiago jugaba con la perra de su prima Camila, y no vio venir la hamaca que le abrió las dos cejas. No vamos a hablar de las 24 horas siguientes a ese instante, porque es preferible que queden en el olvido. Sólo recordemos que, mientras todo aquello sucedía, Santiago se reía y comía chupetines.
Idéntica escena, un año más tarde, alguien evoca el recuerdo. Aseguro "y no hubo modo de que entendiera cómo fue la cosa, se pasó todo el año diciendo que en las cejas, lo que le pasó, fue que lo mordió la perra de Camila". Los demás nos miraban incrédulos, Fer asentía y reafirmaba "cada vez que se acuerda dice que fue la perra de Camila".
Para erradicar toda sombra de duda, lo llamo "Santi, vení, contale a la tía ¿qué te pasó en la frente?". Santi se da vuelta y me mira con gesto suficiente "¡mamá! me golpeó la hamaca".
Sí, quedamos como unos pelotudos. Pero en fin, qué le hace una lancha más al Tigre...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Estado civil: empatado

Anoche hablamos con Fafa mientras lo sacaba del baño y se ponía el pijama. Una vez más, los temas amorosos ocuparon nuestra agenda.

En realidad, Fafa me puso al tanto de su relación con Maitena... En una charla puramente de hombres me reveló: "No soy más el novio de Maitena".

- ¿Pero cómo Fafa? ¿Por qué no son más novios?

Con cara compungida me confirmó que "desde el 8 de noviembre no somos más novios".
- ¿Y recién ahora me contás? -le dije con tono de cómplice defraudado.
- Es que no te podía contar antes papi... -respondió con cara de "quedate tranquilo, gil"-. No te conté porque no habíamos definido...
- No entiendo, ¿qué no habían definido? - indagué con cara de gil.
- Lo que pasa es que Maitena no sabía si seguir siendo mi novia o volver a ser la de Mati M.... porque lo extrañaba un poco.
- ¿Entonces? - misma cara de gil.
- Nada, que con Mati volvimos a hacer "piedra, papel o tijera". Jugamos 4 veces para ver con quién se quedaba Maite...- me dijo mientra se subía el pantalón del pijama meneando la colita diminuta para un lado y para otro.
- Ahhhh... -le dije yo con cara de Dady Brieva en Agrandadytos- mirá vos... igual que Santi con Milu -agregué mientras trataba de entender cómo se les ocurre ese sistema tan particular de elección.
- Claro papi... -me dijo sobrándome como quien responde a la afirmación de una perogrullada,
- ¿Y? - yo con cara de gil sorprendido.

Fafa hizo un silencio breve. Le cambió la cara. Puso cara de pesadumbre y los ojitos del gato de Shrek. Me miró fijo y con absoluta solemnidad, tono grave y gesto adusto. Y aclaró de un plumazo todas las dudas sobre la relación amorosa más indefinida de primer grado.

- Que ganamos dos cada uno... empatamos... Así que ahora... ninguno de los dos es el novio de Maite...

¿Y cómo harán con la división de bienes? ¿Se la juegan a la payana?... Lo parió!

martes, 16 de noviembre de 2010

Vamos que al fondo hay lugar

El fin de semana había sido de mucho potreo y de mucho consentimiento materno, ya que el padre de las criaturas estaba en Rosario por trabajo. Habían embuchado cualquier cosa en cualquier orden. No están acostumbrados a tomar gaseosa, pero habían tomado litros. Jamás comen golosinas, pero al heladito de la tarde siguió un chocolatín para cada uno. Tampoco son habitués hamburguesas ni papas fritas, pero estaban para batir el record mundial. Cómo habrá sido, que para la tercera comida del fin de semana Fafa pidió "fireritos" con manteca y Santi, sopa.

Julieta, of course, siguió fiel al imperialismo del Fast Food. No comió una hamburguesa: comió dos.

Para el domingo a la noche, regresado el padre, volvimos al esquema del pollito tranqui, pero el lunes viene la abuela. Y la abuela tiene una cita obligada y quincenal con la chatarra que pinte. Cuando no es Arcos Dorados es BERBERQUIN y, si no, fritanga de Casimiro. Qué se le va a hacer. Los pibes felices y la abuela otro tanto.

El lunes a la tarde la jornada se extendió, y llegaron a las 20.30, inmundos y fundidos. Baño urgente y... ¿da para cena??? Fafa, as usual, desnucó a las nueve. Un comensal menos. Pero mami, que pretendía mantener un cierto orden, sin demasiada convicción, les preguntaba insistentemente si alguno quería comer algo. Juli, con los párpados a media asta, decía que no mientras se debatía entre intentar espiar un dibujito o enfilar para la cama. Los planes cambiaron cuando, pulgar "del sueño" hasta la garganta, aseguró "voy al baño".

Desde el mismísimo inodoro, me llamó. Sentada, más cerca de Morfeo que de Baco, aseguró "yo no iba a comer nada, porque no tenía hambre, pero ahora que hice caca...".
Sí, cenó.

Vocabulario técnico

Mientras poníamos la mesa para almorzar en el club, Santi jugaba con los cubiertos. Los apilaba, los alineaba, murmurando y reconstruyendo, hasta que logró resultados inesperados: "inventé una máquina", espetó, mientras yo soltaba atónita el paquete de 140 servilletas. Pero la solvencia en el hablar iba a durar poco. "Se llama CRUSHIDOR, porque se hace con un tenedor y un CRUSHISHO".

sábado, 30 de octubre de 2010

Pesca de votos

Fue una elección dividida. 66,66% vs. 33,33%. Fafa y Juli votaron por ver la peli de "Bob Esponja" y Santi por "Atrapatiburones" (que es la traducción santiaguística de "Espantatiburones"). Tras vanos intentos de convencer a sus hermanos de que -más allá del resultado del comicio- había que ver la película que él quería, Santi buscó apoyo ideológico a su fraude tratando de convencernos a Sol y a mí de que la mejor peli era Espantatiburones.
Como argumento, nos contó parte del guión de su preferida para ver si dábamos vuelta el resultado. Y en esa mini avant premiere nos adelantó que había una escena en la que en la punta de una caña de pescar, había un "busanito" en el "ganche" y que había atrapado a dos peces: un tiburón y una "olca"... Ya quedan pocas...

lunes, 25 de octubre de 2010

La reina del eufemismo

En un acto de derroche y opulencia, les llevé a los chicos unas lamparitas para leer en la cama, con un brochecito que se fija al libro. Existen desde que el mundo es mundo, y ojalá sigan existiendo, porque a juzgar por lo que las pagué y la calidad que evidencian, pueden llegar a durar, pongámosle, una semana.

Pero una cosa es que el producto sea perecedero y otra es que lo descuarticen. Así que se las dí, leyeron en la cama, y luego las guardé. Pero a Julieta no le causó ninguna gracia, porque ella es "grande".

"Me la podés poner encima del mueble, como el órgano y la computadorita, que me los tuvieron que poner ahí para que no me los agarrara (gesto de deditos como comillas) "cierto Santiago"."

No, si se trata de hacer un tiro por elevación, nadie como la negra.

jueves, 21 de octubre de 2010

A lo macho

Mientras le ponía el pijamas a Santi, me planteó que él era el novio de Milu pero que tal vez podría ser el novio de Belu. "¿Por qué?", le pregunté. "Por que lo pensé mejor. Y además, porque Milu también es novia de Vicente...". Sol se acercó sigilosamente tratando de no interrumpir el clima de confesionario. A mí, este rapto de poligamia prematura me sorprendió un poco (a decir verdad, no mucho, desde que Fafa me contó exultante que tenía tres novias...). Pero el instinto de preservación de Santi me pareció sano. Belu no tiene dos novios. 

Cuando le preguntamos cómo hacían para "ser novios" y cómo iban a ponerse de acuerdo con Vicente, no pude digerir la manera en la que estos machos cabríos ajustan sus diferencias y pelean por su presa... "Y... hacemos piedra, papel o tijera", nos dijo... Todavía estamos babeando de ternura.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Sin bostezar por dos semanas ¿y qué?

- Doctora, hace como dos horas que intento bostezar y no puedo- dije.
- Sí, me imagino... y probablemente por un par de semanas más tampoco puedas -respondió ella, unos 28 o 29 años, médica clínica de guardia del Hospital Italiano- Esto duele muchísimo, es muy molesto y tarda mucho en irse.

Palabras más o menos, fue esa parte del diálogo -entrecortado por mis puntadas en el costado izquierdo del pecho- después de ver la placa de torax. Así terminó la jornada deportiva, el clásico de los martes con los papás de compañeritos de los chicos (de Juli y de Fafa, todos mezclados). Yo, jugando de 7 libre en la mitad de la cancha mirando hacia mi arco, esperando el la bocha para un furibundo contraataque. Javier (papá de Iván) de arquero adelantado, sigilosamente a mis espaldas. Rebote en mi área, el defensor habilita pase largo a la mitad de cancha. Recibo y me hago un autopase hacia atrás. Me doy vuelta como una tromba para llegar a la redonda antes que el arquero (que yo desconocía adelantado). Él avanza, contundente, para cortar mi autopase. Cuando giro siento un hombro, contundente, en mi pecho a la vez que levanto la cara y le doy un tremendo mandibulazo en la oreja al estimado Javier.

Resultado: traumatismo y contusión costal, con inflamación ad hoc, en el único músculo que no se puede inmovilizar (por ese detalle de que uno tiene que seguir respirando, vio?). Y suspender actividad física por un mes.
Tratamiento: Ajo (derse) y Agua(ntarse) los puntazos por unas semanas mientras ingiero durante al menos 10 días una dosis para caballo de Diclofenac cada 12 horas (mi estómago, agradecido).
Efectos colaterales: cuando inspiro profundo, me doblo; si intento bostezar, no puedo...
Pregunta filosófica subyacente: ¿se puede vivir sin bostezar durante dos semanas?

Hoy, temprano, Juli y Fafa estaban despiertos en el patio. Después de haber terminado durmiendo en la cama de Santi, escuché de fondo una discusión bizantina sobre los gogos (neófitos, desasnarse en Wikipedia como lo tuve que hacer yo para saber a qué querían jugar mis hijos... ). Como se peleaban, me incorporo de golpe para ir a mediar y.... zas! el pinchazo que me deja doblado y sin aire...

Creo que ni una hora y media de explicaciones moralizantes, ni un par de gritos, ni un par de chirlos, hubieran sido tan efectivos. Las caras de Juli y Fafa, aterrados, compungidos, anonadados y apenados por mi penosa situación y mi expresión de dolor se sumó a un silencio sepulcral que dejó de lado toda posible discusión sobre los malditos gogos.

"Papi, ¿estás bien?", "Papi ¿te duele?", "Papi ¿qué te pasó" se intercalaban las preguntas uno y otro mientras me abrazaban y me acariciaban. Yo, sentado a duras penas en la cama, les explicaba que estaba bien, que no se 'cropuparan' (diría Santi).

Hoy anduve con sueño todo el día. No pude bostezar. No me importó un pomo. Tengo todavía en mi mente la cara de ternura de los chicos como antídoto contra el dolor y el sueño. Probablemente no pueda bostezar por dos semanas... ¿Y qué?

lunes, 20 de septiembre de 2010

Incondicionalidades de género

Cuando vamos al club, mientras los chicos potrean (para eso vamos al club) Fer y yo jugamos a las cartas.
Era algo que nos encantaba, solos o con amigos, y que las actividades cotidianas nos impiden normalmente. Pero somos unos locos bárbaros: los fines de semana, mientras los niños andan en patines, patineta o monopatín, corren detrás de la pelota o de ellos mismos, los padres nos evadimos, generalmente con la escoba de 15. Un plato.
El domingo jugábamos al Chinchón. Juli llega, pispea el block, y me felicita: yo tenía 60 y pico de puntos contra los -8 que tenía el padre. "No, hija", le explica Fer, "en este juego el que más puntos tiene pierde".
Se quedó un rato conmigo, que le explicaba al oído cómo funcionaba. Pero el éxito seguía acompañando al padre.
Al rato, apurada por los hermanos que empezaban alguna competencia imperdible, mientras se iba sentenció "no importa lo que digan, en todos los juegos el que tiene más puntos gana. Va ganando mamá". Eso es amor.

Taxonomía sui generis

Volvíamos del club. Hacía calor (gracias a Dios, con septiembre empiezan estas cosas). Les abrimos un poquito las ventanillas traseras y, claro, hubo quejas. Querían más. El padre les explica que como tomamos Libertador, que es una avenida rápida, no está bueno tener los vidrios muy abiertos porque puede entrar alguna basurita por la ventanilla, o... sarasa (SIC).
"Claro", asegura Santiago, "puede entrar un alcohol". Fer y yo nos miramos. Las posibilidades de que entrara algo por la ventanilla ya eran remotas, pero ¿un botellazo??
Sin que nadie le preguntara nada (los hermanos seguían quejándose y nosotros estábamos tratando de hacer sinapsis) amplía, con tono académico "un alcohol es un pajarito enooorme".

domingo, 19 de septiembre de 2010

Contra la piratería de música

Jugando con sus hermanos a la mancha, Fafa alarea "pica para todos los compacts".

Momento de decisión

Hay momentos en la vida como padres en que hay que decir la verdad, por cruda que sea. Hay momentos en que ya no hay lugar para eufemismos ni metáforas, y hay que respirar hondo: al pan, pan y al vino, vino. Anque cueste, aunque duela, nos hace crecer a todos. Son esas instancias cruciales en que uno tiene que tener el valor de asesinar una parte de la inocencia de sus hijos, en pos de una realidad suprema.
Esa decisión de honestidad nos fue insoslayable cuando Fafa preguntó con cuál B iba BUSANO.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Ortografía clara

Santiago preguntó, serio "¿Henry se escribe con B de gato?".

La cara de Julieta, mirándonos como si el hermano hubiera bajado de la nave nodriza, no tenía desperdicio.

Las cosas por su nombre

Íbamos en el auto.
La conversación arranca porque alguien tenía el pelo rubio y alguien tenía el pelo oscuro.
Fafa sentencia "todos somos diferentes", y Santi agrega "y todos somos únicos". Mamita, orgullosa del nivel de penetración que hemos logrado con algunos conceptos, pretende doblar la apuesta y volver a reforzar aquello de que las diferencias nos enriquecen, que ser distintos no quiere decir mejores ni peores, que cada uno tiene capacidades diversas y el que flaquea en un aspecto es el que tiene mejor desempeño en otro... preparando la cancha, pregunto "¿y al ser todos diferentes, hay alguien que es mejor que el resto?".
A coro, me responden los tres: "¡papá!"
Plop.

jueves, 9 de septiembre de 2010

El lenguaje es una entidad viva

  • Santiago descubrió que el patito feo no era feo ni era patito. Era un hermoso exzíne.
  • Después de uno de los cuatro goles a España, Fafa sentenció que esa era la mejor festejación.
  • Julieta me cuenta que Santi tiró un muñeco al inodoro. Arranco, rauda. "No, dejá, lo tuve que sacar, me tuve que hacer la viva".
  • Santi sacó, de la caja de los útiles, sólo un "lápice".
  • Las montañas que cruzó San Martín, para Fafa, se llaman "Sandes".
  • En el momento de preparar la mochila para natación, Julieta perdió "la otra sojota".
  • Cuando los hermanos empezaron la primaria, Santiago pidió para él también una carpuchera.
  • Cada vez que tenían esa actividad, Fafa anotaba en el cuaderno que habían trabajado en el álbum de FIGUDITAS.
  • Cuando aprendieron las partes del cuerpo, en primer grado, Julieta sacó una flecha del lugar preciso para consignar que ahí estaba el OMRO.

Simpático sí, payaso no

Viernes. Tarde. A las 22, Santiago comía mandarinas (para variar) y disfrutaba de esos mágicos ratos de hijo único. Sus hermanos dormían desde hacía rato.
Con el tono de Mariano Grondona, quería preguntarle algo al padre, que Fer no entendía. Entonces vamos por el ejemplo. Con total solemnidad arranca "Es así, aposungamos que yo vengo...". Pateo a Fer por debajo de la mesa y le pregunto "¿cómo?". Yo ya medio tentada, Fer con cara de poker. Insiste "claro, aposungamos que yo vengo...". Yo me doy vuelta, para que no se me note la risa, Fer lo deja avanzar y le retruca "esperá, porque me perdí, aposungamos que vos venís y me decís". Incontinencia, largo la carcajada. Santiago nos mira, duda, y arremete "hagamos como que yo..:". Para el churrete, no.

domingo, 29 de agosto de 2010

Literalidad brutal

Cama grande.
Santi, Juli y mamá.
Esas cosas que tienen los domingos.
Santi: "¿me arrascás laspalda?". Juli se ofrece (mamá babea).
Santi acostado de lado, Juli con su bracito que no llega a "laspalda". "Santi, ponete boca abajo".
Y Santi que rota sólo la cabeza y pone, literalmente, la boca contra la almohada.

jueves, 26 de agosto de 2010

Defensor de pobres y ausentes

Fafa, totalmente sensibilizado, al borde de las lágrimas, vino preguntando "¿Y por qué lo secuestraron a Paco?". No conocemos ningún Paco, los secuestros no necesariamente tienen un motivo, vós cómo te enteraste... se me ocurrieron miles de cosas mientras levantaba la cabeza y veía, en el televisor, un sobreimpreso en TN que afirmaba, con un operativo de fondo,  "SECUESTRAN PACO Y ARMAS". Igual, explicárselo tampoco fue taaaan sencillo, pero al menos ya no lloraba.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Mamá Mamucha

9 de la noche (sí, 12 horas después del último hito). Sol llevó a Fafa y a Juli a la cama. Santi -as usual- quedó terminando de comer y pidiendo el "prostre". Mientras comía la mandarina siguió con los acertijos:
- Papi ¿sabés qué es la mama-mamucha?
- No, Santi ¿qué es? -le respondí mientras lavaba los platos y lo apuraba para ir a la cama.
- Es una muñeca grande que adentro tiene otra y adentro tiene otra y adentro tiene otra... todas chiquititas...
No, no pude aguantar la risa... y le dije (imaginando la puteada de Sol):
- Mamushka, Tati...
- Sí, eso... mama-mamucha... -ratificó
- Sí... mama-mamucha...

ER... (o Entre Risas)

9 de la mañana. En el auto con Santi rumbo al jardín, escuchando con hastío la radio con opiniones de Papel Prensa, Clarín, los K y la mar en coche.
- Papi, ¿sabés como se llama ese camión que va adelante? -dijo refiriéndose a una Traficc que iba delante de nosotros.
- ¿Cómo se llama, Santi?
- Se llama mulancia...-dijo no muy convencido
Hizo un breve silencio y yo bajé la radio.
- ¿Cómo se esribe mulancia Papi?
- Así, Santi... como está ahí -le dije deliberando conmigo mismo sobre si le decía la verdad o lo dejaba en su error para disfrutar de estos últimos rasgos de "chiquitito".
- ¿Cómo? -inquirió.
- Así... empieza con A... -respondí imaginando la maldición de Sol por facilitarle la vida a Santi a costa de perdernos nosotros de los pocos fallos lingüisticos que le quedan al delincuente menor.
- Ahhhh.. síiii... -dice Santi con una convicción imbatible- ¡¡¡con A de mulancia!!!
- Sí, Tati, con A de mulancia... -dije en paz conmigo (y con Sol).

lunes, 23 de agosto de 2010

No te andás con chiquitas

Venían enojados. Muy enojados. No sabemos por qué se enojó el primero, que empezó a irritar al segundo, que sacó de quicio al tercero. Lo cierto es que el asiento trasero de ese auto echaba chispas. Piloto y copiloto, como si estuvieran haciendo Paris - Dakar: la vista fija adelante, la mente absorta. Como si venir por Zapata y tomar Lacroze fuera un procedimiento científico. Para no matarlos, ni más ni menos.

Julieta empieza "porque cuando yo tenga hijos no les voy a hacer esto (algo gravísimo como no dejarla comer un alfajor a las 19.30 o no permitirle ir al club con los zapatitos "de cumpleaños"), porque yo quiero que mis hijos estén contentos, porque esto no se le hace a los chicos.. bla, bla, bla", con pucheros y suspiros.

Santiago empezó a cantar la canción que estaban preparando para el acto del 17 de agosto, interesadísimo por el manifiesto de voluntad de su hermana, como siempre. Fafa, que ya no peleaba pero seguía con el gesto de Sarmiento la mira, serio, como si le estuviera haciendo la historia clínica y le pregunta "¿cuántos hijos vas a tener vos?". Julieta, con la primera sonrisa desde que la fuimos a buscar al cumple y cara de completar el formulario, oronda le responde "siete".

Si molestás...

Vivimos en 88 metros cuadrados, con una distribución curiosa: se llega a 88 multiplicando 4 x 22. Sí, es como una viborita, de esito de ancho por todo eso de largo. El pasillo, claro, es extenso.

Yo hubiera podido tener una cocina preciosa, un living más cómodo, un dormitorio espacioso. Pero no. Invertimos 16 metros cuadrados en el playroom para los chicos. 16 de 88, que es un montón. Y Fafa juega al fútbol, precisamente, en el pasillo.

Es un reglamento poco ortodoxo, porque siempre es 1 contra 1. Mientras Fafa cubre todas las posiciones y su adversario hace lo propio, además relata. Relata cosas un poco extravagantes como "posición adelantada" (sí, en un pasillo) o "te cobro penal, tomá, pateá" (que es algo así como "me cobro penal en tu favor"). Pero el acabóse llega cuando te saca amarilla y grita, terminante, "estás AMOLESTADO".

Al que le quepa el sayo...

Sistemáticamente, desde la cocina le grito (sí, a veces grito) a Fer para avisarle algo. "Bombón...". Sistemáticamente, convencido, Fafa se da vuelta y me pregunta "qué".

Llamo a mi prima. Me atiende. "Hola linda", la saludo. Julieta, que venía por el pasillo, entra al living con una sonrisa de princesa sorprendida con un ramo de fresias, diciéndome "hola".

Miro tele arrojada en el sillón, y veo pasar a Santi para la cocina con cara de ratoncito al acecho. Ante un fin de semana con muchos planes, escucho que el finde viene llovido. "Qué cagada", exclamo, con todo mi énfasis. Santiago suelta las tres mandarinas que se llevaba al patio y me mira con cara de "no hablo espagnol".

viernes, 20 de agosto de 2010

Santi embanderado...

Santi fue elegido por sus compañeritos para llevar la bandera de "Angentina" en el acto del 17 de agosto...

Y después hicieron una representación del cruce de los Andes y una canción alusiva en la que él tocaba el "koufequin" (según una sospechosa definición dada por el propio Santi y que, también sospechosamente, coincide con el nombre de la banda en la que toca y canta su profe de música...). Estos son los testimonios fotográficos de esos dos momentos sublimes...



(Ver el presunto origen de koufequin)

jueves, 19 de agosto de 2010

¿Papito o patito? ¿Pepito o Petito?

Santi fue a jugar a la casa de un amiguito. Parece que el amigo tenía un video de los inolvidables payasos Gaby, Fofo y Miliki. Porque volvió cantando varias canciones a media letra y contándonos cómo eran las coreografías. Así fue como escuchamos, entre otras, "Susanita", "La gallina turuleca" y... este estribillo de "Hola don Petito, hola don José"... Impagable...

sábado, 14 de agosto de 2010

La Fiesta Pérez

Hace poco más de un mes, a Fafa se le empezó a mover su primer diente. Desde ese día, unas tres veces por día, preguntaba si ya se lo podíamos sacar. Después nos tocó convencer a Santi de que a él no sólo no se le movía ningún diente, sino que le faltaba mucho. Pero bueno... Finalmente, ocurrió. Durante el desayuno de hoy, a Fafa se le terminó de aflojar su diente y vino corriendo a verme con el incisivo colgando de un hilito. Se lo saqué de un tironcito. Lo primero que preguntó es si le salía sangre. "Poquito, le dije, pero ya pasa... enjuagate con agua y no comas por un ratito". Julieta, mientras tanto, le contaba con voz experimentada y maternal que "ahora te sangra un ratito, pero después se te pasa... yo te aviso, quedate tranquilo Fafi.."
Después de saltar, festejar y avisarle a todo el mundo, me propuso: "Papi, ¿y si hacemos una fiesta por mi diente? Invitamos a gente, compramos unas hamburguesas, hacemos una picadita, y yo me encargo de dibujar dientes y los colgamos por todos lados en las paredes... ¿dale?".
- Después vemos, Fafa -la pateé afuera evitando que viera mi sonrisa.
- Pero daaale... ¡¡¡hagamos la Fiesta del Diente!!!
Acto seguido, salió corriendo por el pasillo que lleva al patio, anunciando a viva voz... "¡¡Señoraaas y señoreeessss... esta noche, vengan todos a la Fiesta del Dienteeeee!!".
En este momento, Fafa está haciendo los planes para la fiesta de marras mientras Santi le dibuja los "flanos"... claro, hay que tener un mapita de cómo se va a ubicar la multitud...

miércoles, 11 de agosto de 2010

Mejor no te mueras...

Anoche estaba durmiendo a los varones antes de irme a jugar al fútbol, mientras Sol la dormía a Juli. En penumbras, Fafa me dice: "Papi, ¿sabés que cuando alguien se enoja y dice que quiere que los padres... o los hijos... o alguien más se muera, tiene que pensarlo dos veces y no decirlo?. Porque si no, si se muere de verdad, después te das cuenta de cuánto lo querías y ya no lo tenés más". No sabía si reírme, llorar o preguntarle de dónde sacó eso. Caramba... ahora que lo pienso... ¿no habrá querido que me muera yo en algún momento?
(Fer)

Cerrá el pico!!

Durante el fin de semana conté una anécdota de Fafa delante de Fafa. Serio, me dijo "no quiero que compartas lo que te digo".
Todos tenemos claro que, mientras no pueda iniciarme acciones legales, vamos a seguir riéndonos tanto, no???

martes, 10 de agosto de 2010

El santo de la espada

Fafa hizo un descubrimiento histórico. Después de un exhaustivo análisis concluyó que los soldados dejaron de utilizar espadas para combatir "porque, a veces, los dragones quedaban vivos". Y además las espadas eran peligrosas. Si algún caballero se daba vuelta sin las precauciones necesarias, "podía lastimar a su propia princesa".
Tiembla Pigna.

martes, 3 de agosto de 2010

Perito médico

Fafa hoy nos explicaba que a Juli le hicieron una ecografía, pero antes le habían hecho la "gradiografía" (sic), que es cuando te ponen un cuadro negro en los huesos y se ve el esqueleto... no como la ecografía que es para ver ... la sangre... Si a Walt Disney le funcionó ¿no los podemos congelar unos.... 15 años? (Fer)

Preocupaciones importantes

Santi asegura que los muñecos de la tapa de la revista no están asustados ni enojados: tienen cara de cropupados...